Mujeres, logística y tecnología

mujeres, logística y tecnología

¿Por qué es sorprendente ver trabajar a una mujer en el mundo logístico? ¿A caso es un ser sobrenatural que no es digno de trabajar en un mundo rudo, cambiante e impredecible?

 

Tras 8 años implementando sistemas de información para centros de distribución en diferentes industrias de Latinoamérica, me he cuestionado porque me sorprendía tanto ver mujeres a cargo de un CEDIS, llevando la batuta, tomando decisiones, dirigiendo operarios, coordinando movimientos de cajas, negociando con transportadores y demás oficios que demanda la logística. Tal vez mi sorpresa radicaba en mi pubertad en el mundo laboral y mi desconocimiento del mundo logístico, debo aclarar que la sorpresa no era de pensarlas incompetentes o considerarlas fuera de base, creo que mi sorpresa estaba más enfocada al ¿Cómo lo logran?

 

En el 2015 en mi primer contacto con racks, cajas, botas y cascos, en una industria de medicamentos donde lo urgente era para ayer, conocí esa primera voz de mando femenina que, si bien ponía a temblar a más de uno por su tono de su voz, lograba sinergia para decir “¿Cómo podemos solucionar esto?, ¿Qué estrategia planteamos?” Muchas veces no estamos de acuerdo en la forma como se transmite una idea, pero tampoco sabemos cómo estuvo del otro lado llegar a ese liderazgo.

 

Avanzando en el tiempo me encuentro en Medellín, ciudad de bastantes industrias, para este caso textiles, en donde la gerencia, el liderazgo de operación y dirección de tecnología estaban a cargo de mujeres, sí señores y como todos estigmatizamos mi pensamiento coloquial fue “¿Cómo han sobrevivido entre ellas?” pues mi sorpresa seguía aumentando, una cohesión y trabajo en equipo que muchos envidiarían, ellas muy organizadas y sincronizadas para lograr el reto de implementar un sistema de información. Hablando con Marcela Montoya, Líder de Implementación y con más de 20 Años de trayectoria logística indica como su mayor reto estuvo en la implementación del CEDI para 7 marcas, cada una con sus particularidades, liderando diferentes frentes que le dieron bastante crecimiento profesional, cabe resaltar que su reto no estuvo en el cómo trabajar con mujeres pues ella destaca todo el liderazgo femenino que existe en GCO (Grupo Uribe) incluido en el proceso operativo en donde en su mayoría son mujeres. De esta implementación aprendí que juntas hacemos más.

 

En otra industria (repuestos) pero en la misma ciudad me encuentro con Maria Camila Aredondo y debo decir que si de alguien he aprendido seguridad es de ella, la describo como “una mujer de armas tomar” inteligente y perspicaz, proponiendo y argumentando ideas, tomando decisiones que a otros nos costaría tomar, analizando riesgos y evaluando alternativas, su experiencia me ha permitido encontrarla en otros sectores como ensambladora y textiles. De ella aprendí que nuestras opiniones son igual de validas.

 

Pasando a la industria de alimentos me encuentro con Natalia Contreras, con 6 años de experiencia, actualmente Líder de Despacho en República Dominicana Quala S.A. Con ella destaco el éxito que buscamos varias mujeres, y no lo hablo desde el afán de ser reconocidas, si no el de abrirse puertas bajo el trabajo realizado. Dentro de su compañía ha logrado avanzar en diferentes cargos bajo el mérito de su esfuerzo y rendimiento, ella afirma que en su empresa no existe el favoritismo masculino y que muchos de sus aprendizajes han venido en un 50% de hombres y 50% de mujeres. Le pedí a Natalia que me hablara un poco de las enseñanzas obtenidas de las mujeres con quienes había trabajado, su respuesta fue gratificante pues además de aprender temas logísticos aprendió como gestionar equipos, incluso como a través de cuestionamientos, lograr que una persona vea su error. Hablando de los retos a los cuales se ha enfrentado destaca el ejercicio de gestionar emociones y personas. Finalmente ella indica que la forma en que se ha abierto paso en el mundo logístico es generando estrategias pues la logística no solo es mover cajas. De su historia aprendí que todo lo que queremos podemos lograrlo.

 

Manteniéndonos en la industria de alimentos y retomando a la ciudad de la eterna primavera me encuentro con Laura Ardila, Gerente de Proyectos de Postobón S.A., quien tiene la habilidad de generar sentido de importancia y urgencia sin perder el control, hablando con ella me indica que uno de sus grandes retos en más de 11 años de experiencia es “Ganar credibilidad y respeto tratando de ser femenina, simpática y empática” y debo decir en este año que he tenido la oportunidad de trabajar con ella, que me ha demostrado como a través de la gentileza se obtienen resultados. Destaco su principal frase “Yo no solo soy una cara bonita” cuando alguien se asombra de lo que puede lograr. A ella no solo le basta con el trabajo si no que impulsa el emprendimiento de su esposo y no solo con conocimiento empírico, también se prepara para poder asesorarlo y guiarlo, como bien lo dice el dicho “detrás de un gran hombre siempre hay una gran mujer”, sin embargo, también es de aplaudir los hombres que dan el lugar a la mujer, para opinar y aportar. De su frase “Todas tenemos un encanto natural, nuestro don de ser mujeres” aprendí que lo que algunos ven como debilidad puede ser nuestra mayor fortaleza.

 

Del Valle del Cauca tengo la oportunidad de encontrarme con Stefania Ara, Gerente de Proyectos en Impocali, si bien trabajamos juntas poco tiempo eso no limitó el poder tener una cena llena de conversaciones y risas, me compartió una de sus principales cartas para abrirse espacio laboralmente y consiste en hablar con argumentos y datos, demostrando con números los resultados obtenidos. El escucharla hablar de su trayectoria tanto personal como profesional me demostró que las mujeres independientes dueñas de su pasado y seguras de su futuro, existen. Resalto su frase “Debemos ser más amables entre nosotras mismas” refiriéndose a cómo nosotras mismas preferimos trabajar con hombres que con mujeres, por ende, uno de sus objetivos en la empresa y con las mujeres que se encuentra a su alrededor es alentarlas y motivarlas. Con su frase auto reflexioné y pensé en como sumar en las mujeres a mi alrededor.

 

“Vacan sabes qué..?” con esta frase destaco a Victoria Arizmendi con más de 13 años de experiencia logística en Perú, primero trabajo desde un 3PL y posterior como consultor, su frase me lleva a las veces que las mujeres y en mi experiencia propia nos vemos involucradas en reuniones en las cuales nuestros argumentos parecieran no tener credibilidad y no porque no tenga sentido lo que hablamos, sino porque no le ven importancia a lo que decimos, nos interrumpen, nos silencian o sobre explican lo que decimos creyendo que no fuimos lo suficientemente claras. Tal vez este es un fenómeno generacional pues al igual que Laura, Victoria indica que la nueva generación de hombres menores a 40 años parece estar más abierto a nuestras opiniones e incluso fomentarlas, este fue el mayor reto de Victoria, alzar la voz siendo muy joven, intentando cambiar el pensamiento de hombres con argumentos como “Soy jefe y siempre lo he hecho así”. Con esta conversación me sentí identificada y a la vez tranquila pues cada vez son menos los hombres que piensan así.

 

Finalmente, todas estas conversaciones me llevaron a resolver mi pregunta original, y es que mi sorpresa es completamente valida, pues estoy rodeada de mujeres sorprendentes, seres sobrenaturales que se preparan para afrontar las disrupciones del mundo logístico.

 

Quiero agradecer a estas mujeres que me permitieron compartir una parte de su historia y comparto sus consejos a las nuevas generaciones de mujeres.

“Todo en la vida es pasión, la logística no es fácil, pero si te apasiona lo puedes lograr” Natalia Contreras

“Si te gusta le sabes, ningún área es fácil y la logística tiene sus imprevistos del día a día, hay que ser perseverantes y empoderadas” Laura Ardila

“No se sientan pequeñas y no esperen sentirse princesas, hay que creer que se pueden llegar a hacer las cosas” Victoria Arizmendi

“No tengas miedo de hacer las cosas, la logística es un mundo exigente pero fascinante, de aprendizaje y muy gratificante” Marcela Montoya

 

En cada conversación aprendí cosas diferentes y me quedaron conversaciones pendientes con grandes mujeres que por agendas no logramos coincidir, lo cual refuerza la idea que estamos arduamente trabajando para forjar nuestro camino y abrir espacio para las demás.

 

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